Estoy tratando de liberar tu mente.
Solo puedo enseñarte la puerta.
Tu tienes que atravesarla.
DESPIERTA
Conocerte a ti mismo es el la única actividad que realmente debes realizar, y aquella dónde más beneficios puedes cosechar. Es el viaje que todo hombre emprende de una manera u otra, el auténtico quehacer de la humanidad.
El autoconocimiento se basa en la misma premisa que la filosofía de no dar nada por conocido, cuestionarlo todo. Aquellos que de forma natural poseen un espíritu curioso e indagador, se lanzan en la búsqueda de conocerse a sí mismos casi de forma natural. Otros, se hacen científicos. La pregunta central del autoconocimiento es sencilla: ¿quién soy yo? “¿Cuál de los dos lados del espejo es el real?”
Responder a esa pregunta implica mucho más que simplemente saber tu nombre o tu estado civil. El autoconocimiento te engloba a ti como ser humano, tu relación contigo mismo y con la realidad que te envuelve. Cuestionar la misma base de la existencia, los mismísimos cimientos de la realidad. No intento darle un toque dramático, es literalmente un replanteamiento de la existencia en todas sus formas.
¿POR QUÉ HACERLO?
Si estás leyendo esto, es porque quieres cambiar algo en tu vida, algo te ha traído aquí. Es posible que estés buscando respuestas, o que busques cómo salir de una situación difícil, o sencillamente quieres mejorar como persona. Sea como fuere, las respuestas no las tengo yo, yo sólo puedo darte mi visión de la verdad. Como diría Morfeo, yo sólo puedo enseñarte la puerta, tu tienes que cruzarla.
Cualquier respuesta ya se encuentra en ti mismo. No hablo de una explicación lógica y racional para lo que te acontece, hablo de un auténtico conocimiento de cómo eres, cual es el sentido de tu vida, hacia dónde dirigirte o simplemente cómo existir. Paradójicamente, esas respuestas son más sencillas de lo que cabría esperar, aunque las revelaciones que pueden derivarse sean extraordinariamente profundas.
En cualquier caso, todo lo que leas aquí no son más que intentos por mostrarte que el auténtico camino pasa por indagar en ti mismo y cuestionarlo todo. La verdad es que no hay verdad. En cierto modo, podríamos decir que no hay más verdad que tu verdad. Por tanto… ¿no sería loable intentar conocer un poco más de qué está hecha esa verdad? Y si nadie puede enseñarte esa verdad, sólo pueden sugerirla… ¿no será momento quizá de indagar por ti mismo?
¿POR QUÉ DUDAR DE LO QUE ES EVIDENTE?
Mi vida siempre se basó en lo objetivo y tangible. Las cosas tenían una razón de ser, el ser humano era un mecanismo biológico que vivía en un mundo basado en el fenómeno causa-efecto, todo era potencialmente cognoscible en una permanencia científica.
Este marco que sostenía mi vida era objetivo y racional. Pero eso no me ayudaba mucho a enfrentarme a las cuestiones más peliagudas de mi vida. ¿Qué debía hacer con ella? ¿Por qué me sentía mal aún alcanzando ciertas cotas de éxito? Y mi preferida: ¿Por qué mi experiencia mantenía ciertos patrones repetitivos que no podía eludir pese a mis esfuerzos? Esta última fue la pregunta que originó una brecha en mi modelo objetivo y empezó a quebrar el causa-efecto como un torrente que se abre paso ante las rocas. Si en diferentes entornos mi experiencia se mantenía invariable, mi experiencia estaba sujeta a la única constante en todos los entornos: yo mismo.
Así me dispuse a investigar mi rol dentro de la experiencia. ¿De qué maneras influía yo en la vida que llevaba? ¿Era yo la causa involuntaria de aquellas experiencias reiterativas y desagradables que me acontecían? ¿Hay algo que sea evidente? ¿Existe la objetividad?
EXPERIENCIA: Objetividad vs. Subjetividad
La objetividad es un modelo de existencia desfasado. La propia ciencia admite abiertamente que el mundo que contemplamos es filtrado por la percepción, y ésta es la que nos permite saborear lo que denominamos experiencia. Así que en un nivel superficial del autoconocimiento, no tenemos por menos que admitir que la objetividad es sólo una idea ilusoria de una realidad compartida.
“La realidad se ve dependiendo de qué anteojos utilices”
La experiencia es claramente subjetiva. La cuestión es: ¿hasta qué punto? Fenómenos como el de que todo el mundo cree tener razón me ilustró en este campo. Todo el mundo cree tener razón la mayor parte del tiempo, la mente nos provee de explicaciones para todo. ¿No es eso subjetivo en la más básica de las esencias? La subjetividad es, además, mucho más interesante en cualquier sentido. Te provee de muchas más opciones de interrelacionarte contigo mismo y con lo que te rodea.
SUPERANDO LAS BARRERAS DE LO POSIBLE
Si la experiencia y la percepción de la realidad son subjetivas, ¿cómo puedo usar el elemento perceptivo en mi favor? Esta fue una de las primeras preguntas que me hice cuando empecé a valorar que el mundo que me rodeaba podía no ser algo con unas reglas fijas y definidas, sino variables y flexibles.
Tras tiempo de estudio y evaluación, las posibilidades de modificar la experiencia y la realidad en sí misma eran bastante amplias. Una de las ideas que manejaré en esta serie de artículos será la conexión entre percepción y realidad como elementos indisociables, así que si quieres un apunte sobre el que investigar por ti mismo, ve tomando nota.
Lo posible, en un entorno de realidad subjetiva, es moldeable por el propio filtro experiencial. Por tanto, las barreras de lo posible están dispuestas por nosotros mismos, todas las reglas, leyes o barreras que veas en el mundo son estructuras mentales dispuestas por ti mismo. Ese es el secreto del desarrollo personal, una vez te percatas de que los límites son autoimpuestos, puedes desarrollarte sin límites, hacer lo que desees.
La redefinición de la realidad como una entidad regulada por la percepción es la más simple y a la vez profunda revelación que puede uno tener. De hecho, percepción y realidad son la misma cosa, lo cual revela la libertad que tenemos para experimentar la vida como queramos. Moldea tu experiencia a partir de tu percepción.
LA VERDAD ES TUYA
A partir de aquí, el mensaje es que cualquier verdad es la tuya. Si crees que hay en estas palabras un ápice de significado y pueden ayudarte, encontrarás cada vez más indicios que te conducirán al único camino que te dará respuestas, y es el camino hacia ti mismo. Si crees que esto es un sinsentido, encontrarás seguramente razones que lo respalden también.
“Is it? Do you think so?”
En cualquier caso, mi intención con esta serie de artículos es invitarte a descubrirte a ti mismo. Este es también mi viaje de auto-conocimiento y desarrollo personal, no estoy en un nivel superior ni soy un gurú de ningún tipo. Me limito a hacer preguntas a la vida para poder mejorar en el arte de vivir. Lo que comparto aquí es mi verdad y mi visión de las cosas, así como una manera abierta de cuestionar a la vida.
EJERCICIO PRÁCTICO
Para comprobar cuáles son las “verdades” que están activas en tu interior, simplemente basta con reconocer patrones del tipo “no puedo” o “esto es de esta manera o de tal otra”. La mejor manera es que te contemples, que te observes “ser”.
Ejercita la monitorización de ti mismo. En líneas generales, basta con “permitirte” existir, simplemente “ser” y observar atentamente.
1) Siéntate en un sitio tranquilo dónde no te vayan a interrumpir y puedas relajarte.
2) Observa lo que sientes, lo que piensas. Déjalo fluir, simplemente obsérvalo y date cuenta del vaivén de los pensamientos, y el sentimiento que éstos provocan. No te metas mucho en la “conversación” que tiene lugar en tu cabeza, simplemente obsérvala.
3) Con algo de ejercicio, empezarás a notar patrones y juicios en esa conversación. Quizá notas que se hacen un poco menos “tuyos”, porque el torrente de pensamiento está ahí y tu te limitas a observarlo pasar.
4) ¿Qué sucede si cambias uno de esos pensamientos?
Este ejercicio no tiene más pretensión que darte a conocer tu propia visión sobre el mundo, cómo lo percibes subjetivamente. Cambia tu percepción, y luego me cuentas qué le sucede al mundo.
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