Que nunca te molesten los negativos. tu enciende la vela, y la
oscuridad desaparecerá por sí misma.
Lo primero que debes hacer por la mañana
es levantaros con gran entusiasmo, con la decisión de que hoy vas a vivir de
verdad con gran deleite... y entonces empieza a vivir con gran deleite. Toma el desayuno, pero hacedlo como si estuvierais ingiriendo a Dios. Se convierte
en un sacramento. Toma un baño, pero Dios está dentro de ti; le estas
dando un baño a Dios. Entonces tu pequeño cuarto de baño se convierte en
un templo y el agua que te ducha es un bautismo.
Levántate cada mañana con gran decisión,
con certidumbre, con claridad, con una promesa a ti mismo de que hoy va
a ser un día tremendamente hermoso y de que vas a vivirlo tremendamente. Y
cada noche cuando te vayas a la cama, recuerda otra vez cuántas cosas hermosas te han sucedido durante el día. El hecho de recordarlas te ayuda a que
regresen al día siguiente. Simplemente recuerdalas y luego quédate dormido recordando los momentos hermosos que sucedieron hoy. Tus sueños serán más
hermosos. Tendrán tu entusiasmo, y empezaras a vivir en los sueños
también con una nueva energía. Has que cada momento sea sagrado.
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