miércoles, 21 de abril de 2010
Observa la verdad, conoce la verdad, piensa la verdad, habla la verdad, vive la verdad.
Observa verdaderamente que es lo que funciona y que es lo que no funciona y vive la verdad haciendo lo que por observación funciona. Observa la verdad, conoce la verdad, piensa la verdad, habla la verdad, vive la verdad.
Eso acelera los resultados y mantiene alejados los miedos. Sabes ahora sobre leyes del universo que jamás fallan y sabrás más acerca de ellas en capítulos posteriores. Sabes que estas leyes garantizan resultados exactos cuando se les proveen imágenes claras, detalladas, consistentes y con la intencionalidad apoyada por la certeza y la acción. Sabes que estas leyes funcionan con una inteligencia infinita que no puedes predeterminar. Sabes también que nunca deberías mirar a lo físico y permitirle que determine tus pensamientos ya que son los pensamientos los que crean lo físico. Dado que conoces todo esto ¿Por qué entonces habrías de preocuparte? Examina estas declaraciones nuevamente, lentamente, parte por parte. Verás que no existe absolutamente ninguna razón para preocuparse.
Recuerda que antes de que un problema ocurra ya ha sido resuelto. Antes de que lo pidas te será concedido. Todo lo que pueda existir ya existe, Ahora, incluyendo todos tus potenciales “problemas” y sus soluciones. Todo lo que haces es mover tu conciencia para experimentar porciones de la misma a medida que haces elecciones. Las mayores lecciones y oportunidades para tu evolución vienen en los peores momentos (debido a que el sufrimiento es una indicación de pensamiento equivocado) En esos momentos, todo lo que necesitas hacer es aprender, examinar donde está el pensamiento incorrecto y una vez que haces las correcciones los frutos son fantásticos. Entonces, ¿por qué habrías de preocuparte? ¡No hay ninguna razón para ello! El universo nunca se equivoca. El caos está solo en nuestra mente; no es propiedad del universo. Nuevamente, si el universo funciona con ciertas leyes y esas leyes nunca fallan y puedes conocer esas leyes y aplicarlas, entonces ¿Por qué habrías de preocuparte alguna vez? Después de todo, puedes predecir un desenlace basado en la aplicación de esas leyes. La preocupación sólo atrae aquello sobre lo cual te preocupas. La preocupación es una profecía que se tiende a cumplir por su propia naturaleza.
Eso acelera los resultados y mantiene alejados los miedos. Sabes ahora sobre leyes del universo que jamás fallan y sabrás más acerca de ellas en capítulos posteriores. Sabes que estas leyes garantizan resultados exactos cuando se les proveen imágenes claras, detalladas, consistentes y con la intencionalidad apoyada por la certeza y la acción. Sabes que estas leyes funcionan con una inteligencia infinita que no puedes predeterminar. Sabes también que nunca deberías mirar a lo físico y permitirle que determine tus pensamientos ya que son los pensamientos los que crean lo físico. Dado que conoces todo esto ¿Por qué entonces habrías de preocuparte? Examina estas declaraciones nuevamente, lentamente, parte por parte. Verás que no existe absolutamente ninguna razón para preocuparse.
Recuerda que antes de que un problema ocurra ya ha sido resuelto. Antes de que lo pidas te será concedido. Todo lo que pueda existir ya existe, Ahora, incluyendo todos tus potenciales “problemas” y sus soluciones. Todo lo que haces es mover tu conciencia para experimentar porciones de la misma a medida que haces elecciones. Las mayores lecciones y oportunidades para tu evolución vienen en los peores momentos (debido a que el sufrimiento es una indicación de pensamiento equivocado) En esos momentos, todo lo que necesitas hacer es aprender, examinar donde está el pensamiento incorrecto y una vez que haces las correcciones los frutos son fantásticos. Entonces, ¿por qué habrías de preocuparte? ¡No hay ninguna razón para ello! El universo nunca se equivoca. El caos está solo en nuestra mente; no es propiedad del universo. Nuevamente, si el universo funciona con ciertas leyes y esas leyes nunca fallan y puedes conocer esas leyes y aplicarlas, entonces ¿Por qué habrías de preocuparte alguna vez? Después de todo, puedes predecir un desenlace basado en la aplicación de esas leyes. La preocupación sólo atrae aquello sobre lo cual te preocupas. La preocupación es una profecía que se tiende a cumplir por su propia naturaleza.
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1 comentario:
gracias por compartir tanta sabiduria.
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