jueves, 7 de abril de 2011

La visualización creativa

 Con la manera de pensar, somos los arquitectos de nuestro destino
Cuando el poeta inglés William E. Henley escribió sus proféticas palabras: "Soy el dueño de mi destino, soy el capitán de mi alma", debió habernos informado que la razón por la cual somos los dueños de nuestro destino es porque tenemos el poder de controlar nuestros pensamientos.
En su libro: Piense y hágase rico, Napoleón Hill afirma que "nuestros pensamientos dominantes tienden a magnetizar nuestro cerebro y, por mecanismos que nadie conoce bien, actúan como imanes que atraen hacia nosotros las fuerzas, las personas y las circunstancias de la vida que armonizan con la naturaleza de dichos pensamientos".
Lo único que el ser humano debe hacer para ver un mundo que funciona correctamente, es asegurarse que él piensa y actúa correctamente. En la medida en que cambia su manera de pensar respecto a sus circunstancias y a las demás personas, las situaciones y la gente cambiarán respecto a él.
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Debido a la ley de la atracción sus pensamientos rápidamente se traducen en hábitos, y los hábitos se transforman en sus circunstancias. Los pensamientos dañinos y perjudiciales de todo tipo se cristalizan en hábitos que atraen y producen confusión y debilidad; y éstos, a su vez, se manifiestan en circunstancias de calamidad e infortunio.
Y puesto que todo atrae su igual, los pensamientos de temor, duda e indecisión se cristalizan en hábitos que paralizan e impiden actuar al ser humano; hábitos que conducen al fracaso, la escasez, y la dependencia. Los pensamientos de odio y condena se vuelven hábitos de acusación y violencia, los cuales se convierten, a su vez, en injuria y persecución. Los pensamientos egoístas de todo tipo se transforman en hábitos que atraen angustia y frustración.
Por otro lado, los pensamientos nobles de cualquier tipo se manifiestan en hábitos de prosperidad y bondad, y estos, a su vez, se tornan en felicidad y bienestar. Los pensamientos virtuosos se convierten en hábitos de autocontrol y dominio de sí mismo, que atraen paz y tranquilidad. Cuando albergamos en nuestra mente pensamientos de auto confianza y decisión, creamos hábitos de valor y coraje, que se traducen en éxito, plenitud y libertad. De igual manera, los pensamientos de amor y compasión se vuelven hábitos de desprendimiento, que atraen la prosperidad perdurable y la riqueza verdadera a la vida de quien los alberga.
En general, cada pensamiento, bueno o malo, que albergamos y permitimos que encuentre cabida en nuestra mente, produce el único resultado posible, tanto en el carácter que forma, como en las circunstancias que genera. Una persona no puede escoger directamente sus circunstancias, pero al elegir sus pensamientos, indirectamente las crea.
La naturaleza se encarga de permitir que cada persona atraiga hacia sí misma los resultados de sus pensamientos dominantes, y de presentarle las oportunidades que hagan realidad de la manera más rápida posible tanto sus pensamientos constructivos como destructivos.
Todo lo que el ser humano logra, o deja de lograr, es resultado directo de sus pensamientos. En un universo justo y ordenado, la debilidad o fortaleza de cada persona, su condición de vida, su integridad o corrupción son suyas y de nadie más; emanan de adentro; ella misma las crea, y no otro, y sólo ella puede alterarlas. Una persona fuerte no puede ayudar a una débil a menos que ésta desee ser ayudada. Y aun así, la débil debe hacerse fuerte por sí misma, con su propio esfuerzo, ya que nadie más que ella puede alterar su condición.
Como el ser humano piense, así es él; como siga pensando, así seguirá siendo.
Es común creer que la razón por la cual muchas personas viven en la pobreza, o bajo el yugo de la esclavitud, el abuso, o la discriminación es debido a la opresión de otros. Así que repudiemos a los opresores. Sin embargo, la ley de la atracción nos plantea que es posible invertir dicho juicio y decir: "Una persona es opresora porque muchos optan por ser esclavos, y aceptan ser abusados y discriminados, así que repudiemos a los esclavos". Eleanor Roosevelt solía decir: "nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento".
El ser humano sólo puede elevarse y alcanzar el éxito, elevando sus pensamientos. Pero permanecerá débil, abatido y miserable si se niega a elevar su manera de pensar.
El universo no favorece al codicioso, al deshonesto, o al vicioso, aunque aparentemente a veces parezca hacerlo. El universo conspira para ayudar al honesto, al generoso y al virtuoso. Los grandes maestros de todas las épocas han manifestado esto de distintas maneras, y para probarlo y entenderlo lo único que se necesita es persistir en hacerse cada vez más virtuoso elevando nuestros pensamientos.
Cada persona puede lograr gran éxito material, e incluso alcanzar actitudes sublimes en el mundo espiritual y, aún así, descender otra vez a la miseria, si permite que los pensamientos arrogantes, egoístas y corruptos entren y encuentren cabida en su mente.

Cómo utilizar nuestros pensamientos para crear un nuevo futuro
"El ancestro de toda acción es un pensamiento. Toda acción ha sido precedida por un pensamiento". -Ralplí Waldo Emerson
Si nosotros nos hemos encargado de atraer y crear nuestras circunstancias externas con nuestros propios pensamientos, esto quiere decir que la creación física de las cosas está precedida por una creación mental, y que tu futuro se está formando en este preciso instante en el interior de tu mente.
Lo que tú piensas, crees y visualizas habitualmente se convierte en la base de todo lo que experimentarás en tu vida. Los pensamientos que crecen como semillas en el jardín del subconsciente darán forma a tu vida futura.
Lo interesante es que un pensamiento no equivale a más que una décima de voltio de electricidad. Y pese a que la gran mayoría de nosotros le prestamos poca importancia a nuestros pensamientos, esta décima de voltio ejerce una enorme influencia en nuestras emociones, acciones y en nuestro futuro. Aun cuando no podemos agarrarlos con nuestras manos, nuestros pensamientos son tan reales como cualquier objeto que podamos percibir a través de nuestros sentidos.
Si observamos con cuidado, nos podremos dar cuenta que la realidad que nos rodea, y de cuya existencia no dudaríamos, no se encuentra más que en nuestro pensamiento.
Piensa en tu relación de pareja, o en tu relación con tus padres o tus hijos. ¿En qué consiste eso que tú llamas tu relación? ¿Qué tan real es? Veamos.
¿Se encuentra esta persona en este preciso instante contigo? Si la respuesta es no, ¿quiere decir eso que tu relación con ella no existe en este momento? Por supuesto que no. Dicha relación persiste a pesar de su ausencia, ¿no es cierto?
Esto quiere decir que en este preciso instante esa relación sólo existe en tu pensamiento. Pero no por eso es menos real. Entonces, ¿qué es aquello que constituye lo que llamas tu relación con esa persona? Sólo pensamiento. Es mas, todo lo que ha sucedido hasta este momento en tu vida ya no existe mas que en tu pensamiento. Tu experiencia, temores, creencias, debilidades y preocupaciones existen sólo en tu mente. Pero eso no los hace menos reales.
Recuerdo el caso de un estudiante que se desmayó durante un examen en la universidad. El pobre joven estaba totalmente convencido que si reprobaba el examen, lo expulsarían de la escuela, su padre lo echaría de casa y perdería la oportunidad de hacer algo productivo con su vida.
Por supuesto, esta tragedia existía sólo en su pensamiento. Él se había encargado de armar todo este drama por si solo; tanto se había enfocado en ello y en la inminencia de un posible fracaso que para su cuerpo fue como si ya lo hubiese experimentado. Y el poder de este pensamiento negativo fue suficiente para producir cambios químicos en su cuerpo que le provocaron un desmayo.
Este es un gran ejemplo de cómo nosotros podemos sabotear nuestro éxito al enfocarnos en eventos, ideas o cosas que crean imágenes nocivas y autodestructivas. En ocasiones extremas, las consecuencias pueden ser catastróficas. Un ejemplo es el Trastorno Dismórfico Corporal (TDC), un desorden mental caracterizado por una excesiva preocupación por un defecto en el cuerpo completamente imaginario -o muy trivial como para ser detectado por otra persona- que le causa a quienes lo padecen, deterioro físico, psíquico y social. No sólo están inconformes con su aspecto sino que están excesivamente preocupadas y hasta obsesionadas por él.
De acuerdo con la doctora Katharine Phillips, no estamos hablando de personas con deformaciones físicas, sino de personas con un aspecto normal, que "lucen bien", pero que se ven a sí mismas como feas, deformes o incluso hasta «horrorosas" o "monstruosas". Su defecto imaginario puede involucrar cualquier parte del cuerpo, aunque suele enfocarse en la cara, la piel, el pelo o la nariz.
Se calcula que entre tres y seis millones de personas sufren de este desorden. Hombres y mujeres que viven con el temor constante de estar siendo valorados negativamente por los demás; creen que otras personas están enfocadas en su "defecto". El doctor David Véale del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Londres, dice que las consecuencias de este trastorno son muy reales. De acuerdo con sus observaciones, quienes lo padecen suelen presentar desventajas en el trabajo o estar desempleados; permanecen socialmente aislados; muchos son solteros o divorciados y, en general, suelen sufrir de depresión y ansiedad y llegan a contemplar pensamientos suicidas o autodestructivos, todo como resultado de las imágenes que han formado en su mente, producto de sus pensamientos dominantes.
De la misma manera, la incapacidad de ciertas personas para hablar en público, el temor a las alturas, las fobias por los sitios cerrados no se deben a imposibilidades o barreras de naturaleza física, sino a limitaciones generadas y concebidas en la mente.
Con el éxito sucede exactamente lo mismo, tanto la persona que piensa y cree que va a triunfar, como la que piensa y cree que fracasará, están en lo cierto, ya que el poder para lograr lo uno o lo otro se encuentra en su mente. Aquellos que no pueden hacer algo, saben que no pueden y se visualizan así; piensan en su incapacidad constantemente y como resultado nunca lo logran.
Hay dos premisas fundamentales sobre cómo los pensamientos moldean nuestro futuro.
La primera idea es que tú solo puedes actuar basado en aquello que mantienes en tu pensamiento. Es imposible hacerlo sobre una idea que no se encuentre en la mente. Con frecuencia encuentro personas que no se explican por qué no han podido triunfar. Al preguntarles que les gustaría lograr descubro que no tienen la menor idea. ¿Cómo puedes lograr una meta que no tienes? Así que si quieres atraer algo a tu vida, tienes que asegurarte de ponerlo primero en tu mente. Recuerda que toda acción está precedida por un pensamiento.
La segunda idea es que todo aquello en lo que piensas tiende a expandirse en tu vida. Todo aquello en lo que enfoques tu mente tiende a hacerse realidad. Si te enfocas en tus debilidades, éstas tenderán a expandirse y manifestarse en tu vida. Si piensas que eres un inepto es porque seguramente siempre estás pensando en tus debilidades. Y entre más incapaz te sientas, más incompetente te percibirán los demás y así mismo te tratarán, lo cual sólo reafirmará lo que ya sabías: que eres un inepto. ¿Te das cuenta de lo peligroso que es este círculo vicioso?
Si estás experimentando escasez en algún área de tu vida, debes entender que ésta es simplemente la manifestación de algún pensamiento dominante que desde el interior de tu mente dirige tu vida y tus acciones. Aquello que sientes que falta en tu vida es, seguramente, en lo que siempre estás pensando, y carecerás de ello mientras continúes concentrado en lo mismo. Los pensamientos de insuficiencia invadirán tu mente y actuarás de acuerdo con dicha conciencia de escasez. De igual manera, si te enfocas constantemente en tus fortalezas, éstas se harán cada vez más visibles.
En nuestras relaciones sucede lo mismo. Si constantemente estás pensando en lo que le falta a tu pareja, cada día lo verás con mayor facilidad. ¿Quieres ver a tus hijos haciendo las cosas cada vez mejor? Empieza por sorprenderlos haciendo algo bien. Si te enfocas en todo lo que están haciendo mal, con seguridad, cada día los verás peores.
Hace poco una madre me decía que su hijo de seis años no hacía nada bien y que siempre lo sorprendía haciendo alguna travesura, que no se podía quedar quieto y no hacía caso. Todo esto la tenía muy mal. Así que me trajo al niño para que yo le ayudara y ella pudiera sentirse mejor. Hablé con el pequeño y él me aseguró que no tenía ningún problema.
Entonces, yo me pregunto ¿quién necesita tratamiento, el niño que actúa de acuerdo con su edad, o la mamá que siempre busca sorprenderlo en medio de alguna de sus travesuras y lo logra? Después de conversar con el muchacho, le dije a su madre: ¿Quiere que su hijo mejore? Busque la manera de sorprenderlo cuando esté haciendo las cosas bien y entre más lo sorprenda en esta actitud, más lo verá haciendo cosas buenas.
Hoy, en este preciso instante tienes la oportunidad de comenzar a construir un nuevo futuro lleno de logros, abundancia y felicidad. Todo lo que debes hacer es cambiar la calidad de pensamientos con los cuales has venido alimentando tu mente. Piensa en los sueños que deseas alcanzar; piensa en las fortalezas que tienes y las habilidades que deseas desarrollar; reflexiona sobre los hábitos que deseas ver en ti mismo y en los demás y verás como estos pensamientos tenderán a manifestarse en tu vida.

2. Cómo trabaja la mente en la creación de nuestra realidad.
"Las palabras, ya sean habladas o escritas, no parecen jugar ningún papel en el mecanismo de formación de mis pensamientos. El lenguaje que parece prevalecer en la articulación de pensamientos son ciertos símbolos e imágenes que pueden ser reproducidas y combinadas a voluntad". Albert Einstein
Aun en esta era de mensajes instantáneos, correos electrónicos, "blogs", "chat rooms" y telefonía celular, la comunicación más importante es la que ocurre en el interior de tu mente, porque de ella depende en gran parte el éxito que experimentes en tu vida. Por esta razón es vital aprender el lenguaje del cerebro.
Muchos científicos han llegado a aceptar que las imágenes constituyen la mayor parte del contenido de nuestro pensamiento. A pesar de que en él existen las palabras y otros símbolos abstractos, la realidad es que estas palabras y símbolos son expresiones que pueden convertirse en imágenes. De hecho, la gran mayoría de las palabras que utilizamos en nuestro diálogo interno, antes de expresar una idea de manera hablada o escrita, existen sólo como una imagen sensorial en nuestra mente; una representación visual, auditiva, odorífica, gustativa o táctil.
Debemos tener en cuenta que las imágenes juegan un papel muy importante, tanto en el logro de nuestras metas como en el condicionamiento de aquellos comportamientos auto saboteadores que nos conducen al fracaso. Después de todo, la ley de la atracción establece que las imágenes que están grabadas en nuestra mente atraen irremisiblemente aquello que representan. Si entendemos algunos conceptos básicos sobre el funcionamiento del cerebro, y los poderes que residen en nuestro interior, podremos utilizarlos para grabar en nuestra mente las imágenes que reflejen aquello que deseamos atraer hacia nosotros. En las siguientes secciones veremos algunos de estos poderes.

El cerebro piensa en imágenes y no en palabras
"Tú nunca conseguirás alcanzar aquello que quieres... Tú solo lograrás alcanzar aquello que puedas visualizar claramente. Zig Ziglar
Leíste bien: "Nunca conseguirás tener aquello que quieres, sólo conseguirás aquello que puedas visualizar". Quiero que pienses en esta idea por un momento, porque cuando yo la escuché por primera vez, debo confesarte que no le encontraba mucho sentido.
No obstante, después de observar a aquellas personas que han logrado materializar sus sueños y luego de hablar con muchas de ellas, me he dado cuenta que todas tenían algo en común: una visión clara de lo que querían alcanzar; habían creado una imagen precisa de sus sueños y sus metas y podían visualizarse claramente logrando dichas metas.
Este poder de la visualización desempeña un papel importante en el funcionamiento de nuestra mente y en el proceso de construir mentalmente aquello que deseamos atraer a nuestra vida. Estoy totalmente convencido de que la fe en nuestro éxito, nuestro valor y habilidad para tomar decisiones e identificar oportunidades, también dependen en gran medida de la claridad con que podamos visualizar nuestras metas, sueños y demás cosas que deseemos lograr.
La visualización positiva no es más que la capacidad que todos poseemos de crear una imagen mental clara de aquello que deseamos lograr, como si ya lo hubiésemos alcanzado. Es un proceso que comienza con tu diálogo interno. De acuerdo con el doctor Karl Pribram, director del departamento de neuropsicología de la Universidad de Stanford, quien es uno de los más reconocidos expertos mundiales en lo que respecta a las diversas funciones del cerebro, el poder de los pensamientos, de las ideas y, en general, de las palabras, radica en que éstas son traducidas a imágenes antes que el cerebro pueda interpretarlas; imágenes que tienen un gran poder sobre nuestras emociones, nuestras acciones y nuestro organismo.
Cuando lees la palabra AVIÓN y la repites, ya sea en voz alta o mentalmente, tu cerebro no se limita a ver las letras A-V-I-Ó-N dibujadas con grandes letras de neón en el telón de la mente subconsciente. Tu cerebro visualiza o imagina un avión. Lo mismo sucede cuando repites cualquier palabra que describe un objeto o una idea para la cual ya tienes un equivalente visual guardado en tu subconsciente. Si pronuncias una palabra cuyo significado ignoras, en un idioma que no dominas o que escuchas por primera vez, tu mente no puede traducirla a ninguna imagen.
El cerebro también puede dibujar imágenes mentales, independientemente de si éstas tienen sentido o no. ¿Qué imagen dibujas en tu mente al leer las palabras: elefante amarillo con alas rosadas?
Probablemente no necesitaste más de unas décimas de segundo para convertir en una imagen clara estas palabras, aunque conscientemente sepas que la imagen como tal no tiene ningún sentido o no representa algo que exista en el mundo real. No importa qué tanto quieras rehusarte a pensar en algo sin sentido como esto; en el preciso instante en que permites que la expresión llegue a tu mente, ella se encarga de traducirla a la que considere la mejor imagen para representar dichas palabras. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acabo de aterrizar en tu buen Blog, y la verdad es que te doy las gracias desde la Gracia de Dios por lo útil y beneficioso que siento y comprendo es.

Todas esas entradas son de gente que me han acompañado en mi camino espiritual y vital... lo cual se agradece volver a refrescar ese rostro... ese buen sabor... un Sabor Único y Múltiple a la vez.

Te invito a un paseo por mis espacios, hermano.

Un abrazo en CRISTO

Carmen

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