Ayunar para perder peso La grasa excesiva no es nada más que calorías extra almacenadas en las células grasas. El objetivo de estas células es servir como combustible en tiempos de hambre o escasez. Afortunadamente, en Sur América no es así, al contrario, la dieta moderna es una satisfacción continua de comida alta en calorías, a fin de suplir necesidades emocionales. Las células grasas se llenan y el cuerpo sube de peso. El ayuno requiere que las células grasas sean utilizadas como combustible para fomentar energía. Tan pronto el cuerpo necesite calorías, el proceso de catabolismo comienza. Cada libra de grasa tiene aproximadamente 3,500 calorías las cuales se convierten en combustible para el cuerpo. Cada día que pasa, adelgazas más y más.
Ayuno: Una Función Natural del Cuerpo Con mucha paciencia, el cuerpo espera hasta que nos durmamos para comenzar su trabajo de limpieza nocturna. El “desayuno’ está correctamente nombrado, ya que al comer en la mañana se está interrumpiendo el proceso del ayuno nocturno. Al despertar de este leve ayuno se presenta el mal aliento, notamos que la lengua está cubierta de una capa amarillenta y nuestra mente esta un poco nublada. Todos estos son síntomas del cuerpo en estado de desintoxicación. Tocino, huevos, una orden de pancakes y una taza de café son seguramente la idea de interrumpir el proceso de desintoxicación. Por supuesto, inmediatamente te sientes bien gracias al grasoso desayuno que te acabas de comer. Estos cortos ayunos nocturnos reducen el proceso de desgaste y alcanzan a hacer algunas reparaciones en el cuerpo, pero no son lo suficientemente largos para una verdadera curación. Para lograr esto hay que ser disciplinado y comenzar un ayuno prolongado
Ayuno no es Inanición Hay una enorme diferencia entre el ayuno y la inanición. Durante la ausencia de la comida, el cuerpo automáticamente se limpia de todo, excepto del tejido vital. Continuamente, el cuerpo se reajusta para hacer mínimas demandas de reservas. La inanición ocurre únicamente cuando el cuerpo esta forzado a utilizar el tejido vital para sobrevivir. Los humanos nos adaptamos sorprendentemente bien a la falta de comida. A.J. Carlson, profesor de psicología en la Universidad de Chicago, afirma que una persona saludable y bien alimentada puede vivir de 50 a 70 días sin comer, teniendo en cuenta que la persona no debe estar expuesta a duras condiciones físicas o estrés. Hay numerosos ejemplos de ayuno con agua que sobrepasan la marca de los 75 días. Claro que hay que admitir que dichos ayunos son inusuales, pero demuestran que Dios nos creó con un maravilloso cuerpo capaz de sobrevivir por prolongados periódos de tiempo sin comida. Cada libra extra de grasa proporciona suficientes calorías para un día completo de ardua labor física. ¡5 Kilos de grasa equivalen a 35,000 calorías! Esto es lo mismo que consumir 12 kilos de pescado o 96 kilos de zanahorias. Cargamos un supermercado de reservas capaz de sostenernos por varias semanas. A todos los seres vivientes se les dio la capacidad de sobrevivir duras circunstancias. Los organismos son capaces de almacenar nutrientes en los lípidos, la sangre, la medula ósea, y otros tejidos. Los camellos almacenan agua y grasa en sus jorobas; el renacuajo se abstiene de comer cuando sus patas se están desarrollando y subsiste de su cola. El monstruo de Gila mexicano guarda reservas en su cola cuando la comida es abundante y puede sobrevivir seis semanas sólo con esto cuando la comida escasea. La iguana marina de la Isla de los Galápagos tiene el sobrenombre del “Dragón Vegetariano” porque se alimenta de algas marinas y se puede abstener de comer por más de 100 días. En el mundo occidental hay abundante comida alta en calorías, y a menos que sus habitantes se vean envueltos en fuertes y agotadoras labores físicas o en tiempos de escasez, no tienen la oportunidad de utilizar el exceso de grasa acumulado alrededor de su cintura. Pasaran muchísimas semanas de catabolismo antes de que el cuerpo sea totalmente despojado de la grasa y células muertas, y este forzado a disolver las células saludables para utilizarlas como calorías. Esto si sería inanición. Recuerda, si estas ayunando y todavía tienes grasa en tu cuerpo, todavía te falta un largo camino por seguir.
Ayuno y Deficiencia de Proteínas Una persona que ayune 40 días con agua no sufrirá deficiencia de proteínas, vitaminas, minerales o ácidos esenciales. Durante la descomposición de células enfermas se reutilizan todas las sustancias esenciales, que son principalmente las proteínas, y se conservan de la manera más extraordinaria. También se disminuye de gran manera la necesidad de proteínas durante el ayuno. Hay un temor injustificado sobre el ayuno. Se dice que la fortaleza disminuye a causa del catabolismo de proteínas en las fibras musculares. Sin embargo, Ayunar solamente te quitará las células del músculo que estén muertas o enfermas, y hasta en los ayunos prolongados, el numero de fibras musculares permanece igual. Aunque las células saludables si pueden reducirse en tamaño y potencia por un periódo de tiempo, éstas permanecen perfectamente bien. En diciembre de 1903 bajo la supervisión del Señor Macfadden, ocho atletas participaron en una competencia atlética en el Madison Square Garden, NYC. Sorprendentemente, todos estaban en su séptimo día de ayuno con agua. Joseph H. Waltering, uno de los 8 atletas, ganó el primer lugar en las 50 yardas y las 220 yardas de atletismo. Otro miembro de los ocho, Gilman Low, fue también ganador del primer premio en la competencia de fuerza y al día siguiente, octavo día de su ayuno, enfrente de 16,000 espectadores, estableció nueve récords mundiales por fortaleza y rendimiento que permanecerían por años. Hay historias aun más asombrosas a tu alcance, personas que como tu, decidieron cambiar sus vidas para siempre. En el capítulo “Testimonios sobre el ayuno” ubicado al final de este libro, encontrarás historias que te ayudarán a seguir adelante y te servirán como inspiración para alentar a otros. Dr. Ehret, un ayunante ávido, caminó durante 10 días por las montañas solamente tomando agua; Bragg, otro entusiasta ayunante, caminó treinta millas a través del Valle de la Muerte durante un ayuno. Aquella fué una caminata revitalizante normal para él, pero para los diez atléticos estudiantes universitarios que lo acompañaron en medio del intenso calor, fué definitivamente una experiencia inolvidable. Tanto disfrutó Bragg de aquel primer recorrido, que al día siguiente decidió caminar otras 30 millas. ¡Nada mal para un bisabuelo! El primer ayuno puede causar debilidad en sus primeras etapas, desafortunadamente cuando este síntoma aparece, muchos dejan de ayunar porque desconocen que esta debilidad no es perjudicial. No tienen éxito en pasar al otro lado y encontrarse con la abundante energía del ayuno de jugo. Un fisiculturista o un atleta se tardan diez días en recuperar su fortaleza muscular después de un largo ayuno. Pero después de la recuperación el rendimiento aumentará muchísimo más.
Un Acercamiento Balanceado al Ayuno Después de mis primeros treinta días de ayunar con jugo, me volví un aficionado, así que hice 2 ayunos más comiendo sólo por intervalos de 10 días. Pasar de la afición a la droga a ser un defensor de la salud fue un avance definitivo. El problema fué que mi forma de ver las cosas se mantuvo igual. Ayunar y comer saludablemente se volvió mi nueva obsesión, el siple hecho de comerme una galleta me causaba vergüenza y remordimiento. Mis pensamientos giraban en torno al horror de saber que me había inyectado toxinas letales en mis venas. Tenía que ir al gimnasio cinco días a la semana y estaba totalmente obsesionado con mi cuerpo y alimentación. Hablaba sólo del ayuno hasta irritar las personas. Hoy en día, ayunar es sólo parte de mi vida y alimentarme saludablemente se convirtió en un hábito. Ahora tan sólo hablo del ayuno cuando es necesario. De esta manera encontré la paz y al mismo tiempo me pude equilibrar. El obsesionarse o fanatizarse provienen del miedo de estar fuera de control. Es un manto de seguridad bajo el cual nos refugiamos, algo que podamos controlar; la verdad es que la obsesión no nos deja disfrutar la vida. La obsesión con la salud te quita la emoción. Es como ir de vacaciones y preocuparse por cada detalle por mínimo que sea. Así el paseo se convierte en una pesadilla. Son las preocupaciones y los miedos los que te quitan las ganas de poder hacer del ayuno una buena experiencia. ¿Estaré tomando mucho jugo? ¿Será que si le agrego banano disminuirá el proceso de desintoxicación? ¿Que tan rápido bajaré de peso? ¿Podré hacer ejercicio mientras ayuno? ¿Por qué me siento mareado? ¿No me causará flacidez hacer esto? ¿Y que tal si afecta mi hígado? Muchas de estas preguntas tienen respuesta en el capítulo de “Preguntas comunes”. Las preguntas son importantes y entenderlas trae comodidad y seguridad, pero el ayuno es una travesía personal y cada uno de ellos varía dependiendo de la persona. Siempre sucederá algo inesperado ya que el ayuno es tan misterioso como lo es el alma humana. Puede ser difícil no preocuparse y solo disfrutar del proceso, pero ésta es definitivamente la mejor forma de ayunar.
Tu Camino en el Ayuno Algunos encuentran su primer ayuno de jugo por 30 días fácil y rápido, mientras que a otros se les dificulta tan sólo superar los dos primeros días. Sólo trata de hacer lo mejor que puedas. Los capítulos “Perseverando en el ayuno” y “Principios del ayuno” te ayudarán muchísimo; sin embargo, tu camino por el ayuno no vendrá sin ningún fracaso. Solamente por medio de los fracasos es que de verdad se aprende. Con cada victoria descubrirás los placeres de ayunar. Para aquellos que perseveran, el ayuno también tiene sus compensaciones: Vías respiratorias limpias que fácilmente captan delicadas fragancias, una piel sensible que se estremece con el simple roce de la brisa, emociones que se convierten en sinfonías para el alma y una mente que puede capturar la profunda esencia de Dios y vislumbrar la alegría de Adán y Eva. En vez de ponerte viejo y enfermo con el paso de los años, envejecerás gloriosamente y te sentirás asombrado al ver cuan joven te sientes. Al llegar a los 40 y 50 años de edad, la vida apenas va a comenzar. Claro, con unas arruguitas de más, pero sintiéndote como si tuvieras 20. Si quieres cambiar tu vida de una forma poderosa, necesitas manejar el arte del ayuno. En una cultura centrada en el dinero y el placer como en la que vivimos, el ayuno es el botón de reinicio que te lleva a descubrir quien eres tú realmente. Te da tiempo de estar en paz y poderte encontrar contigo mismo.
Translation & Web work by Paula Taborda
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