He aquí una clave principal hacia la conciencia de la riqueza. Si vives de acuerdo a esto no puedes fallar en volverte rico. Comprender y vivir por la ley de causa y efecto garantiza que no fallarás en causar los eventos que deseas experimentar, que predecirás los resultados y averiguarás las causas de tus situaciones. Simplemente aprende bien esta ley y lee el capítulo sobre Circunstancias y sobre Éxito y estarás bien en tu camino hacia la riqueza y la prosperidad. La riqueza se crea cuando enchufas correctamente las herramientas de creación propulsadas por la fe en la ley de causa y efecto.

He aquí lo que estamos descubriendo: ¡es multiplicativa! En otras palabras, no sólo experimentarás un día lo que causas a otros que experimenten o su equivalente, sino que lo harás ¡en forma multiplicativa!
Si tú causas que otros experimenten riqueza y felicidad, te volverá hacia ti y tú también la experimentarás pero como premio experimentarás mucho más de lo que causaste a los demás. De lo que se trata la vida es del crecimiento. Esto es así para cualquier experiencia imaginable. En algún punto en la complejidad del continuo espacio-tiempo, en algún punto de tu Vida, por ley, experimentarás un múltiplo de lo que causas que otros experimenten. Nada escapa a esta ley. Incluso si no puedes ver, con tus limitados cinco sentidos, donde está ocurriendo en este momento, sabe que está ocurriendo. Usala para crear una riqueza inmensa…
Los científicos coinciden ahora que nada puede ser observado sin ser afectado por el observador. En efecto, han llegado a la conclusión de que aún sus experimentos deben realizarse con un procedimiento en el cual se esconde la identidad de los administradores del experimento y la de los sujetos del mismo a fin de acercarse a la precisión ya que las expectativas de los científicos afectan el desenlace del mismo. Aún esto no puede crear un experimento independiente. La cosa que está siendo observada se crea y recrea por el observador. La evidencia científica, especialmente en la física cuántica, muestra que tú estás en el punto de causa de todo lo que ves en el mundo.
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